miércoles, 6 de noviembre de 2013

SEMANA 39

El jueves 31 volvimos a monitores por segunda vez. Y otra vez que me tire allí conectada a las correas una hora. Esta vez probé desayunando un vaso de leche con dos donuts (que me dijo mi hermana que a ella era lo que más le funcionaba). Pero vamos, que me dio igual... Empezó moviéndose un poco, se quedo dormido, volvió a moverse otro poco, y volvió a quedarse dormido. Pero bueno, por lo visto el niño reacciono mucho mejor en estos monitores que en el anterior.
Tuve otra vez contracciones, encima dos de las buenas. En el monitor anterior, las contracciones llegaban a 60 más o menos en intensidad. En este, tuve varias de esas y otras dos que superaban los 100. Me ha explicado mi hermana, que las contracciones por debajo de 90 en intensidad se consideran "normales", pero a partir de 90-100, ya se consideran contracciones de las buenas (de parto, por así decirlo).
Después de los monitores pase a consulta. Esta vez no me pudo ver mi ginecólogo porque estaba saliente de guardia, y me vio una residente que estaba en el hospital. Me explico que estaba todo bien, que el niño reaccionaba a las contracciones, que es lo importante. También me dijo que tenía que empezar a controlar el tema de las contracciones y calcular el tiempo que había entre una y otra, porque a lo mejor ahora estaba teniéndolas cada 20 minutos, y poco a poco se iban acortando los tiempos... Me cito otra vez a monitores el día 7 de noviembre (un día después de mi fecha probable de parto). Aún así me ha dicho, que con esas contracciones, que a cualquier cosa que note: perdida de líquido, sangrado, contracciones más dolorosas o más seguidas... que vaya a urgencias.
Por lo demás, todo igual. Con molestias y dolores, y cada vez con más ganas de que nazca Leo!!!

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