Hoy nos han tocado las segundas vacunas y Aday se ha portado como un campeón. Ha llorado sólo en el momento de los pinchazos, pero en cuanto le he cogido en brazos se le ha pasado (no como en las vacunas de los 2 meses, que se puso como un loco...).
Mide 63,5 cm y pesa 7 kilines, así que de momento progresa adecuadamente. Hace todo lo que tiene que hacer un niño a su edad: reírse, chuparse las manos, apoyarse en los brazos cuando está boca abajo y levantar la cabeza...
Está todo bien. Lo único que nos han tenido que recetar antihistamínicos para la dermatitis atópica de Aday, porque está muy rojo y se nota que le pica porque no deja de rascarse... Y eso que le echamos crema a menudo, le bañamos con geles especiales, le lavamos la ropa con un detergente hipoalérgico... Vamos, que hacemos todo lo que se debe hacer cuando tienes dermatitis, pero aún así sigue teniendo brotes.
El problema es que el 90% de los brotes que tiene Aday es por tema de alimentación (por no decir el 99,9%) y cada vez estamos más convencidos de eso, porque hemos hecho la prueba. Sabemos que es alérgico a la proteína de la leche de vaca, pero tenemos dudas también con el huevo, la soja, la piña y el melón. Vamos, que como al final tenga alergia a todas esas cosas no se que va a comer el pobre... Con este panorama encima, al final hemos decidido pasarnos a los bibes. A mi me da mucha pena y me ha costado muchísimo tomar esta decisión, pero valorando todo, creemos que en el caso de Aday es mejor un bibe, que la leche materna "contaminada".Además, ha llegado un punto que ya no sé ni que comer. Y nuestro mayor miedo es que algún día tenga una reacción más gorda (a parte de la dermatitis, vómitos, diarrea...) y nos toque bajar corriendo al hospital. Así que con todo el dolor de mi corazón, tendremos que pasarnos a los bibes. Todo puede ser que ahora no haya forma de que se los tome (porque la leche hidrolizada sabe y huele fatal), y tengamos que seguir con la teta...
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