Esta vez, Raúl no pudo cogerse la baja de paternidad y vacaciones como hizo con Aday, así que en vez de estar un mes con nosotros en casa, sólo ha podido estar 15 días, que es lo que le correspondía por la baja de paternidad.
El lunes de esta semana ya le ha tocado reincorporarse al trabajo. A mi me daba pánico que empezase a trabajar, porque a partir de ese momento, sabía que él no estaría para ayudarme y no estaba segura de poder apañarme yo sola con Aday y con Leo. Menos mal que siempre está la familia para echar una mano... El lunes vino mi madre un rato por la mañana por si necesitaba ayuda, y luego a partir del martes, me he ido yo a la hora de la comida donde mis padres. Porque encima ha coincidido que a Raúl le tocado irse a trabajar a Zamora, y como Aday todavía necesita que estés con él para dormirse... Así estoy más tranquila la hora de la siesta, por si coincide que Leo está despierto o tomando el pecho.
Afortunadamente, no ha sido tan mala semana, solamente he tenido una mañana y una tarde muy malas, porque Leo estaba llorando todo el rato y no se calmaba ni cogido, y Aday también reclamaba su parte de atención. Pero bueno, no es lo normal. Además, como estoy acompañada a partir de la 13h del mediodía o así... Eso sí, no paro en todo el día, y salir de casa se convierte en una odisea, porque hasta que recojo todo y nos arreglamos los tres... Veremos a ver encima esta semana, cuando ya no vaya a casa de mis padres, como me apaño... En fin, poco a poco. Ya sabíamos que los primeros años iban a ser duros jeje
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